Semillas de amapola remedio contra el estrés
Las semillas de amapola crudas son unos granos redondos, de pequeño tamaño que se encuentran en el interior de la flor de la que toma el nombre. Aunque lo habitual es encontrar una variedad de semilla de amapola de color gris o negro, también podemos hallar otro tipo de semilla de color blanco o amarillento.
Su cultivo se realiza, fundamentalmente, en la cuenca mediterránea. Los precursores de su comercialización fueron los egipcios y los árabes, que ya la empleaban como remedio medicinal y como parte de sus elaboraciones culinarias. Hoy día, las semillas de amapola crudas están presentes en las cocinas de toda Europa, destacando especialmente en las realizaciones de los chefs franceses y en los de los países del este del viejo continente.
Tienen un sabor agradable, lo que facilita su ingesta por personas y animales.
Propiedades de las semillas de amapola crudas
Al igual que ocurre con otras semillas, las de amapola contienen muchos nutrientes esenciales. Algunos de los más destacados son:
- Ácidos grasos omega 6 y omega 3. Elementos imprescindibles para la salud cardiovascular de nuestro organismo. También para bajar los niveles de colesterol en sangre y de triglicéridos.
- Vitaminas del grupo B (especialmente la B1, la B2, la B3, la B5 y la B6).
- Vitamina E, que refuerza el estado del sistema inmunológico y aumenta las defensas de nuestro cuerpo ante las amenazas externas.
- Vitamina C, un estupendo antioxidante natural.
- Hierro, que favorece la producción de glóbulos rojos.
- Zinc, esencial en las enzimas que participan en el crecimiento y en la producción de espermatozoides.
- Cobre, que fortalece los huesos y protege de cualquier daño al ADN.
- Calcio, una sustancia de vital importancia para la salud ósea. Como la cantidad que contienen de esta sustancia es mucha, aquellas personas que tengan intolerancia a la leche pueden suplir sus necesidades de calcio ingiriendo estas semillas.
- Manganeso, que facilita la formación de colágeno, una sustancia que protege a los huesos de cualquier daño.
- Potasio, muy importante en el funcionamiento del ritmo cardíaco y la presión arterial.
Además, las semillas de amapola en crudo son muy ricas en fibra, por lo que su consumo está especialmente recomendado para quienes sufren de estreñimiento.
También contienen unos alcaloides que tienen efectos sedantes en quienes las ingieren. Y es que los principios que libera al ser ingeridas actúan directamente sobre el sistema nervioso. De ahí que se recomienden como aliado para hacer frente a situaciones de estrés.
Usos de las semillas de amapola
Las semillas de amapola crudas se emplean, desde la Antigüedad, como ingrediente en la cocina. De hecho, es frecuente encontrarla en elaboraciones de panadería y pastelería de India o China; o como parte de sopas y ensaladas, en otras localizaciones del planeta. En la actualidad, en uso de las semillas de amapola crudas se ha generalizado y es frecuente encontrarla como ingrediente o decoración de muchos productos.
Por lo general, se suelen agregar al final de la preparación del plato, esparciéndolas en crudo sobre las ensaladas, yogures, sopas o cualquier otro preparado. Sin embargo, también podemos prepararnos una infusión con ellas. Un trago de efectos relajantes que nos será de gran ayuda cuando atravesemos etapas de mucho estrés.
Si queremos ingerirlas sin combinación alguna, podemos tomar dos cucharadas soperas de semillas de amapola en crudo junto con algún líquido. En este caso es importante que las semillas se mastiquen bien para favorecer su digestión y propiciar la liberación de los elementos que la integran.
En la actualidad, las semillas de amapola se emplean también para aromatizar o dar gusto a aceites y otras materias primas.
La industria farmacéutica emplea las semillas de amapola en crudo para realizar expectorantes, anestésicos y productos que tratan: los ataques de asma, la diarrea y otras alteraciones del estómago.
Para poder beneficiarnos de todos sus componentes, lo mejor es comprarlas en establecimientos especializados en frutos secos o dietética. Y es que es necesario que estas semillas estén frescas ya que se oxidan rápidamente por el alto porcentaje de aceites que contienen.
Si queremos conservarlas adecuadamente en casa deberemos guardarlas en un bote hermético que no expondremos al sol y que depositaremos en un lugar seco y oscuro.