Las semillas comestibles es la parte de la planta que más nutrientes contiene. De ahí que sean una fuente de alimentación muy importante de los seres vivos, especialmente del ser humano.
La mayor parte de las semillas son comestibles, pero siempre es conveniente que nos informemos sobre su viabilidad antes de comenzar a consumirlas.
Semillas comestibles: propiedades y beneficios
Las semillas comestibles son muy ricas en fitoesteroles, unas grasas vegetales que son muy útiles para regular y combatir los altos niveles de colesterol en sangre.
También son muy importantes para reforzar el sistema inmunitario, hacer frente a infecciones, reforzar el correcto funcionamiento del aparato digestivo y el cardiovascular, así como hacer frente a algunos tipos de cáncer.
Cada semilla comestible tiene, además, propiedades particulares que las convierten en inmejorables aliados para conseguir objetivos concretos.
Así, por ejemplo:
• El lino está especialmente indicado para mujeres con menopausia o que tienen problemas para regular su ovulación.
• El sésamo es muy útil para las personas que padecen osteoporosis, niños y niñas en edad de crecimiento, y en mujeres embarazadas o en periodos de lactancia.
• Las semillas de amapola ayudan en la digestión y refuerzan el sistema cardiovascular.
• Las Bayas de Goji utilizadas desde hace 6000 años en China y Tíbet para ayudar al hígado, la vista, y promover la longevidad
• Las semillas de cáñamo se usan para no engordar y para mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico.
• Las semillas de chía contienen muchas vitaminas y minerales, de ahí que su uso esté especialmente indicado para quienes necesitan un aporte extra de fibra en su organismo.
Semillas comestibles: las más consumidas
Existe gran variedad de semillas comestibles en el mercado. Las más habituales son las legumbres, seguidas muy de cerca por los cereales y las semillas que reciben el nombre de nueces y que no solo hacen referencia al fruto seco.
De entre las legumbres debemos destacar los garbanzos, las lentejas, el cacahuete o los frijoles, beneficios entre otros muchos. Muchos de ellos se pueden consumir crudos sus aunque lo habitual es calentarlos antes de ser ingeridos.
Los cereales, por su parte, son semillas que proceden de hierbas. Algunos de los más consumidos son: el maíz, el arroz, la cebada, el trigo, el mijo y el centeno.
Su consumo se realiza tanto en crudos como cocinado. En este último caso es frecuente que antes de utilizarlo se trituren o muelan para obtener harinas con las que poder fabricar otro tipo de producto.
Finalmente, con el nombre de nueces conocemos a aquellas semillas que van protegidas por una cáscara dura. Son los casos de las bellotas, las almendras, las nueces del Brasil, el coco, las avellanas o los pistachos, entre otros muchos. Se consumen tanto en crudo como cocinados.
En cualquier caso, la mejor manera de beneficiarse de todos los nutrientes que contiene una semilla es consumirla cruda. Si es imposible porque su dureza lo impide, mejor remojarlas durante un tiempo en agua para que se ablande.
También hay que evitar consumirlas cubiertas de azúcar o de sal, tostadas o fritas. El calor siempre elimina muchas de sus propiedades, provoca la aparición de sustancias tóxicas y desnaturaliza las vitaminas, minerales y aceites esenciales que contienen.
Semillas comestibles como tentempié
Las semillas también pueden consumirse como tentempié. Por eso son un recurso frecuente en jornadas vespertinas o de ocio. Las más frecuentes son las pipas de girasol, las palomitas de maíz y las pipas de calabaza.
Respecto a beneficios las pipas de girasol hay que señalar que contienen vitamina E, vitamina B1, magnesio y selenio, nutrientes esenciales para el cuerpo humano.
También son muy ricas en aceites esenciales que aportan energía limpia y rápida a quienes las consumen.
Algunas de las semillas comestibles combinan perfectamente con especias como el pimentón, que potencia sabores y ofrece un color vistoso.
Es el caso, por ejemplo, de las pipas de calabaza. Sobre estas semillas en concreto hay que destacar que su contenido tiene propiedades antiinflamatorias y antidepresivas, al tiempo que contienen sustancias que combaten a los parásitos intestinales (es especialmente eficaz contra la solitaria).
Estas semillas también ayudan a prevenir los cálculos renales.