Los beneficios de los frutos secos con cáscara
Los beneficios de los frutos secos para el organismo.
El consumo continuado aporta muchísimos nutrientes. Sin embargo, si queremos ingerir todos sus nutrientes, lo mejor es adquirirlos con cáscara para poder obtener todos los beneficios de los frutos secos. Y es que este sistema de protección del fruto protege el interior de la oxidación, haciendo que sus propiedades se mantengan inmejorables durante mucho tiempo.
Frutos secos con cáscara
Los frutos secos con cáscara son semillas que están cubiertas de una protección que les protege de la contaminación externa.
La principal beneficiada de esta protección es el agua del fruto. Y es que su presencia es, por lo general, de un 50% del total del producto.
Antes de comprar un fruto seco con cáscara debemos tener en cuenta su aspecto. En caso de que presente moho, golpes (aunque sean pequeños) y roturas, debemos desecharlos, pues el proceso de descomposición de habrá iniciado, su sabor no será bueno y se habrá perdido buena parte de los nutrientes.
Especialmente cuidadosos debemos ser con las almendras y las nueces, pues en ocasiones se recogen antes de que se complete su proceso de maduración, y pueden contener sustancias tóxicas.
También es importante el color de la cáscara. Cualquier alteración de la misma debe tenerse en cuenta y evitar su adquisición.
Por eso, es importante que su compra se realice en establecimientos especializados o en lugares que nos ofrezcan total garantía. En este sentido, es importante saber el origen del producto y la fecha de su recogida (al menos la campaña en la que se ha realizado) y el procesamiento al que se ha sometido.
Hay ocasiones en las que los frutos que llegan al mercado llevan muchos meses almacenados y, si no se ha cuidado su conservación (grado de humedad, exposición a la luz, etc.), han podido estropearse.
Hay que estar especialmente atento en las campañas navideñas, cuando estos productos se consumen en mayor volumen y en el mercado se cuelan productos de baja calidad a precio de calidad extra.
Los beneficios de los frutos secos
Numerosos estudios nutricionales destacan que los frutos secos con cáscara contienen muchos nutrientes beneficiosos para la salud.
De entre ellos destacan los polifenoles, unos compuestos químicos con propiedades antioxidantes que ayudan al organismo a contrarrestar los efectos nocivos del entorno y de las moléculas que persiguen este objetivo.
Una propiedad que sirve para controlar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.
Los beneficios de los frutos secos con cáscara son numerosos, entre ellos encontramos el hecho de que contienen muchas proteínas, por lo que son un complemento nutricional perfecto para las personas que no comen carne o que necesitan un aporte complementario de este tipo de sustancias. Es decir, deportistas o niños y niñas en edad de crecimiento o desarrollo.
Aunque tienen un alto contenido calórico, el tipo de grasa que aporta al cuerpo y su equilibrada composición de minerales les convierte en un recurso más que acertado para quienes desean, además, reducir los niveles de colesterol en sangre.
Esto es posible porque el contenido de los frutos secos con cáscara –especialmente de las nueces- ayuda a controlar los niveles de lípidos en el flujo sanguíneo.
Todos los frutos secos con cáscara dura tienen un alto contenido en vitamina E, minerales y ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados.
Entre todos ellos destacan las nueces, que son los frutos secos con cáscara más apreciados por los científicos al tener las proporciones más adecuadas de todos estos elementos.
Estas cualidades antioxidantes de los frutos secos con cáscara se pierden en buena medida cuanto se someten a procesos de tostado o de cocinado.
Y es que el calor que se genera para procesar estos alimentos suele reducir la calidad de sus antioxidantes. De ahí que sea conveniente, por ejemplo, agregarlos al final de la realización de un plato o que esté especialmente recomendado consumirlos como complementos de ensaladas o postres. De esta manera su exposición a agresiones es mucho menor.
Así pues, si queremos beneficiarnos de todas las propiedades de los frutos secos, lo mejor es consumirlos en crudo, recién abiertos, sin freír, sin tostar y sin salar (pues estaríamos saturando el hígado de trabajo al tener que aportarle, además, mucha agua para saciar la sed que genera el consumo de sodio).
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!